Mahatma Gandhi y el Profesor Peters: Una Lección de Dignidad y Sabiduría
Una supuesta historia sobre Mahatma Gandhi durante su época de estudiante ha circulado ampliamente, aunque no existe verificación de su veracidad. Sin embargo, más allá de su autenticidad, la historia contiene una poderosa enseñanza sobre la dignidad y la respuesta a las ofensas.
Cuando Mahatma Gandhi estudiaba Derecho en Londres, se decía que un profesor de apellido Peters le tenía mala voluntad. A pesar de la actitud del profesor, Gandhi nunca bajó la cabeza y se enfrentaba a los desafíos con calma y sabiduría. Los encuentros entre ambos eran frecuentes y, a menudo, tensos.
Un día, el profesor Peters estaba almorzando en el comedor de la universidad cuando Gandhi llegó con su bandeja y, sin prestar atención, se sentó a su lado. El profesor, en tono altanero, le dijo:
«¡Estudiante Gandhi, usted no entiende! Un puerco y un pájaro no se sientan a comer juntos».
Gandhi, sin perder la compostura, respondió con serenidad:
«Esté usted tranquilo, profesor, yo me voy volando».
Y se cambió de mesa. Peters, al darse cuenta de que Gandhi lo había comparado con un puerco, se llenó de rabia y decidió vengarse en el próximo examen.
A pesar de los esfuerzos del profesor por ponerle trabas, Gandhi respondió con brillantez a todas las preguntas del examen. Frustrado por no poder derrotarlo académicamente, Peters intentó atraparlo con una pregunta capciosa:
«Gandhi, si usted va caminando por la calle y se encuentra con dos bolsas, una con sabiduría y otra con mucho dinero, ¿cuál de las dos se llevaría?»
Gandhi respondió sin titubear:
«¡Claro que el dinero, profesor!»
Con una sonrisa triunfante, el profesor le replicó:
«Yo, en su lugar, habría agarrado la sabiduría, ¿no le parece?»
Gandhi, sin perder su calma característica, respondió:
«Cada uno toma lo que no tiene, profesor».
Furioso y sintiéndose humillado, el profesor Peters escribió «IDIOTA» en la hoja del examen de Gandhi y se la devolvió. Gandhi miró la hoja, se sentó en su lugar y, después de unos minutos, se acercó nuevamente al profesor:
«Profesor Peters, usted me ha firmado la hoja, pero no me ha puesto la nota».
La Enseñanza de la Historia
Esta historia, aunque no verificada, transmite una profunda lección sobre cómo enfrentarnos a las ofensas y el maltrato. Gandhi, con su ingenio y dignidad, no solo evitó que las palabras del profesor lo afectaran, sino que logró revertir las ofensas con sabiduría, dejando al profesor en una posición incómoda.
El poder de las palabras: Las palabras pueden ser armas poderosas, pero su impacto depende de cómo las recibimos. Gandhi entendió que la verdadera fuerza reside en no permitir que los ataques verbales nos afecten.
La importancia de la dignidad: Gandhi mantuvo su dignidad en todo momento, respondiendo con inteligencia y sin caer en provocaciones. Su comportamiento es un ejemplo de cómo mantener la calma y la compostura incluso en situaciones difíciles.
No permitir que las ofensas te dañen: La historia nos recuerda que solo nos afecta aquello a lo que le damos poder. Si permitimos que una ofensa nos dañe, lo hará. Pero si elegimos no darle importancia, la ofensa pierde su fuerza y se desvanece.
Conclusión: La Sabiduría en la Respuesta
A veces, en la vida, nos encontraremos con personas que intentan dañarnos con palabras o actos malintencionados. Sin embargo, como nos enseña esta historia, la verdadera fortaleza radica en cómo elegimos responder. Si enfrentamos las ofensas con calma, dignidad y sabiduría, no solo evitaremos el daño, sino que también demostraremos que nuestra valía no depende de la opinión ajena.
Al igual que Gandhi en esta historia, elige siempre la respuesta que refleje tu mejor versión, y recuerda que solo te afecta lo que permites que te afecte. Mantén tu dignidad y sigue adelante con la cabeza en alto.